miércoles, 23 de mayo de 2012


 La maquina de vapor


Durante los Siglos XVII y XVIII comenzaron a aplicarse sistemas de ensayo que utilizaban la fuerza de expansión del vapor.
Esto va llevando al inicio de una etapa esencial en la transformación industrial.
Tuvo sus antecedentes pero recién en el Siglo XVIII se perfeccionó y aplicó.
Entre esos antecedentes, se halla el tratado "Neumática" escrito por el científico griego Herón de Alejandría en el Siglo I antes de Cristo, en el que estudiaba la fuerza generada por la expansión del vapor. Asimismo inventó la eolípila, una máquina simple de vapor que usaba el principio de propulsión pero sin finalidad práctica.
El Marqués de Worcester, en Inglaterra, hacia 1640 hizo pruebas para usar el vapor, pero lo tomaron por loco y lo encerraron.
El francés Denis Papin (1674-1714) creó una olla a presión, con el uso de la fuerza del vapor.
Pero quien inventó la primera máquina de vapor útil, fue Thomas Newcomen, inglés, (1663-1729). Logró una bomba a vapor para extraer agua de pozo en las minas. Se la llamó máquina de contrapeso por tener al frente un enorme trapecio que se movía de adelante hacia atrás transfiriendo esas fuerzas a un pistón que se movía dentro de un cilindro.
Pero estos primeros intentos gastaban mucho combustible, dispersaban la energía y se sobrecalentaban.
James Watt, escocés, en 1765, introdujo un condensador separado del cilindro, logró un ahorro de energía y un aumento de la potencia.
La máquina puesta en marcha por Watt fue el motor más importante inventado hasta ese momento e señaló el inicio de la industrialización moderna.
El ingeniero en minas británico, Richard Trevithick (1771-1833) creó una pequeña máquina -en 1814- que usaba vapor para mover la primera locomotora a vapor.
El primer barco a vapor que cruzó el Océano Atlántico fue el Savannah. Realizó el viaje en 1819, desde Nueva York a Liverpool, Inglaterra. Tardó 21 días, y poseía velas y motor. Llevaba mucho combustible, lo que dejaba poco lugar para carga y pasajeros.
En 1838, el Sirius, realizó el viaje desde Londres a Nueva York, solamente con la fuerza del vapor

De: María Perea

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